Continúa la berrea de los ciervos en Salburua
Durante la época de celo de las hembras, los machos adultos emiten unos sonidos guturales muy característicos que se conocen como la berrea. Mediante estos bramidos tratan de atraer la atención de las hembras y demostrar su fortaleza y superioridad con respecto a los demás ciervos. Los grandes machos suelen luchar de manera ritual entre sí. Los vencedores de estas peleas, los ejemplares más fuertes, serán los que se apareen con un mayor número de hembras.
En el parque de Salburua estos herbívoros fueron introducidos para ser utilizados como alternativa a la siega y desbroce de praderas. Esta práctica es necesaria en este humedal, ya que los grandes herbívoros que existieron de forma natural en la zona fueron eliminados por el ser humano hace siglos. En las balsas de Salburua, los ciervos evitan que la vegetación ocupe totalmente la lámina de agua y permiten mantener diferentes hábitats en las balsas, conseguiendo un humedal más rico y diverso.
Por otro lado, el manejo de este grupo de ciervos ha hecho necesario levantar un cercado para mantener al rebaño confinado. Este cerramiento, de aproximadamente 65 hectáreas, ha permitido la creación en el parque de una reserva libre de uso público que ha favorecido el asentamiento en el espacio de especies de fauna ariscas ante la presencia humana: diversas rapaces, colonias de garzas, visón europeo, etc.