Conclusiones del informe anual del Observatorio de Transición Energética y la Acción Climática

A pesar de algunos avances, las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) han aumentado un 0,9% en comparación con el año anterior, interrumpiendo la tendencia positiva observada en 2023. Aunque el aumento es moderado, refleja una desaceleración en la reducción de emisiones necesaria para alcanzar la meta de reducción del 32% para 2030 en comparación con los niveles de 1990. Actualmente, las emisiones están solo un 3,2% por debajo de estos niveles.
El sector eléctrico continúa siendo uno de los sectores clave para la transición energética. En 2024, las emisiones de este sector cayeron un 19% gracias al aumento de la generación de energía renovable. La generación hidráulica creció un 50%, y la solar fotovoltaica un 18%, lo que permitió que las energías renovables representaran el 56% de la producción eléctrica total del país.
Por su parte, el sector del transporte sigue siendo el principal impulsor del aumento de emisiones. En 2024, el consumo de productos petrolíferos aumentó un 5%. Esta tendencia refleja la insuficiencia de las políticas actuales para fomentar el cambio hacia opciones más sostenibles.
En otros sectores, el consumo de gas natural en sectores fuera del ámbito eléctrico también experimentó un ligero aumento del 2,4%. Aunque modesto, este incremento es preocupante, dado que el gas natural sigue siendo una fuente importante de emisiones.
El informe OTEA 2024 destaca que España enfrenta varios desafíos estructurales para alcanzar sus metas climáticas de 2030. Entre las prioridades inmediatas se incluyen:
- Ampliar la capacidad de energías renovables.
- Electrificar el transporte y mejorar la infraestructura de recarga.
- Promover la electrificación y eficiencia energética en la industria y los edificios.
- Adoptar políticas más estrictas para reducir las emisiones en sectores clave, especialmente en el transporte y la industria.
Más información: Informe OTEA 2024